La nosemosis de las abejas: causas y cómo podemos controlarla

publicado en: Trabajando en el colmenar | 1

En el artículo de hoy, les propongo que prestemos atención a un tema que aunque en la apicultura de Rumanía no sea en el primer plano, en la apicultura de otros países, se convirtió en el tema principal de investigación y este sería la nosemosis de las abejas, causada por Nosema apis y Nosema ceranae.

Para entender exactamente qué nivel de prevalencia ha alcanzado la nosemosis causada por los dos parásitos, voy a mencionar algunos números que deberían hacernos recapacitar seriamente: en Estados Unidos, esta enfermedad ha sido identificada en 60% de los colmenares probados. En Europa, en 2008 ha sido identificada y reconocida la presencia de los esporas de Nosema ceranae (que produce quizás la más peligrosa forma de nosemosis) en: Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, España, Suecia y Suiza.

En mi opinión, hoy en día ambas formas de nosemosis están presentes en todos los países donde se practica la apicultura de manera profesional y voy a explicar por qué pienso esto. Si esto no les hizo recapacitar, les voy a dar otro ejemplo aún más concluyente: en España, probablemente el país más afectado de Europa por Nosema ceranae, se llegó a reducir a la mitad la actividad apícola por culpa de las defunciones producidas por Nosema ceranae. En la región Salamanca de España, se han relatado sólo en noviembre 2004 pérdidas de aproximadamente 20 000 familias de abejas. El mismo Hermano Adam, en su libro “La crianza de las abejas”, decía:”Hoy en día, es difícil de encontrar una colonia que sea completamente sana en cuanto a la nosemosis, aunque generalmente no hayan signos de enfermedad”. Esta afirmación fue hecha en 1982.

Si tenemos en cuenta que la tendencia de los últimos años ha sido crecer el número de las contaminaciones con nosemosis, se puede dar cuenta de que hay que prestar mucha atención a este tema. Sin querer crear miedo entre los apicultores, creemos que una información real y concreta en cuanto a este tema puede ser la diferencia entre éxito y fracaso en la apicultura. En este caso, el enfoque clásico de ¿qué enfermedad es y qué tratamientos se recomienda? comprobó ser quiebra. Hace falta más que esto. Hace falta una comprensión profunda del fenómeno. Porque si alguien hubiera tenido una solución clara y simple, no existiría más este problema. Por desgracia, en Rumanía la falta de una estrategia nacional para controlar e informar no permite haber una opinión clara en cuanto al nivel de esta enfermedad. Justo por eso, creo que es la responsabilidad de cada apicultor que quiere ser profesional que al menos dos veces al año, al inicio de la primavera y a finales de otoño, realice controles veterinarios de las familias para la nosemosis. Es el primer paso y esencial para prevenir o luchar contra esta enfermedad.

Causas de la prevalencia de la nosemosis

A continuación vamos a ver por qué se llegó a esta situación y también algunas opiniones sobre lo que podríamos hacer en la lucha contra la nosemosis. En primer lugar, la falta de un control periódico y riguroso condujo al desarrollo explosivo del número de las familias contaminadas. Esto ocurrió, porque a diferencia de otras enfermedades, como es la infestación con varroasis, la nosemosis puede ser diagnosticada mucho más difícil por una simple razón: no se puede ver a simple vista, siendo necesarias análisis de laboratorio. Es más, la presencia de los síntomas es mucho más dificil de identificar, siendo necesarias informaciones y una formación de los apicultores para esto. No fue en vano que Randy Oliver, a lo mejor la mayor autoridad de la nutrición y las enfermedades de la abeja, llamaba la nosemosis como el “asesino callado de las abejas”. Por ejemplo, muchas veces hay una confusión entre nosemosis y diarrea o disentería. Aunque la nosemosis pueda favorecer la aparición de la diarrea, en muchos casos de contaminación con Nosema apis y en todos los casos de contaminación con Nosema ceranae, no aparece la diarrea. Como también puede haber una contaminación con disentería sin que ya haya contaminación con nosemosis. Por lo tanto, aparece una hipótesis falsa en gran parte.

Tal como decíamos, no voy a insistir en la descripción científica o clásica de los dos tipos de parásitos, informaciones detalladas se pueden encontrar fácilmente en internet. Creo que es más útil comprender como podríamos enfocar esta situación que existe a nivel global y que nos puede afectar gravamente si no estamos preparados. Vamos a ver primero qué nos llevó a esta situación.

Es inútil recordar que la nosemosis existe desde hace tiempo, sería un error creer que es algo recién. Sin embargo, a lo largo de los años, las abejas han logrado conseguir una resistencia que les permitió sobrevivir en la batalla con esta enfermedad. Y entonces, la pregunta lógica sería ¿por qué últimamente las cosas han degenerado? Yo creo que hay unos factores que son difícil de controlar como son los cambios climáticos y ambientales que han influído la cualidad y la frecuencia de las cosechas de néctar y polen. Por desgracia, estos factores no pueden ser influidos por los apicultores, por lo tanto debemos concentrarnos en lo que podemos influir. Y por suerte o por desgracia, la mayoría de los factores que llevan a la aparición de la nosemosis están influidos por el apicultor.

¿Cómo podemos controlar la nosemosis?

Además de las medidas ya conocidas y recomendadas para prevenir la enfermedad, como es la invernación de la familia con población lo más grande posible, comida suficiente y de buena cualidad, nido adecuadamente estrechado, evitar la condensación y los corrientes de aire durante la invernación, el uso de sustancias como son los aceites volátiles o la fumagilina para prevención o tratamiento, hay que tener en cuenta especialmente dos aspectos esenciales. La forma principal de la prevalencia de la nosemosis es la cera. Esta es la razón por la que las abejas obreras que limpian y preparan las celdas para desovar están contaminadas en gran parte. De aquí empieza un círculo vicioso: a las abejas nodrizas se les reduce la vida por los esporas que ingieren, no alcanzan ser pecoreadoras y por lo tanto habrá una familia bien poblada pero con una muy baja producción. Y la conclusión que sacamos es que la abeja hace demasiada cría. En los casos más graves, el número de las abejas nodrizas disminuye tanto, que la cría no se puede cuidar y pueden aparecer enfermedades de la cría.

Por lo tanto, hay que concedir la mayor importancia a la fuente de adquisición de panales artificiales, teóricamente deberían proceder de cera esterilizada, pero en mi opinión hay casos en los que el proceso técnico no se toma en cuenta por completo y por eso se puede llegar a una prevalencia increíblemente rápida de los esporas de Nosema. Es más, los panales de las familias deben ser cambiados conforme a un programa mediante el cual cada tres años deberían haber panales completamente nuevos en cada colmena. Si después de las análisis hay esporas de Nosema en algunas familias, debería reemplazar los panales de las familias contaminadas y humearlos con ácido acético 60% haciendose la desinfectación de esta manera. Aleje del colmenar las familias contaminadas para evitar la contaminación de las otras. La contaminación se puede hacer especialmente mediante el cambio de panales entre las familias, los panales de las familias contaminadas e introducidas en familias sanas, las van a contaminar. No hace falta decir cuanta atención hay que prestar si se adquieren enjambres o familias en panales procedidas de otros colmenares.

Sin embargo, aunque creo que todo esto ya es conocido por la mayoría de los apicultores y en muchos casos se tiene en cuenta, no se logró resolver o al menos mejorar este problema. Esto se debe al hecho de que en muchos casos no se tiene en cuenta el más importante aspecto en la lucha contra Nosema apis y Nosema ceranae: la vitalidad de la abeja es la que controla la intensidad de la manifestación de la nosemosis y permite o impide el desarrollo de esta. ¿Por qué se perdió y cómo se puede volver a ganar la vitalidad de las familias de abejas? La respuesta es muy obvia: la crianza de las abejas reinas en falta de unos programas de crianza y selección o aún más grave, programas de selección fundadas solamente en mantener la pureza, llevaron a consanguinidades no controladas. No voy a detallar aquí cómo el acoplamiento en línea por ejemplo lleva a un alto grado de consanguinidad no controlada. Las consanguinidades repetidas y no controladas llevaron a una disminución de la vitalidad de las familias de abejas y por lo tanto una disminución de su resistencia contra la nosemosis.

En muchos colmenares en los que se producen abejas reinas, se usa el método clásico por el que se escoge la mejor abeja reina como abeja reina de reproducción sin tener en cuenta su historia y su procedencia. El acoplamiento se hace muchas veces en el mismo colmenar en los que están sus zánganos y por lo tanto aparece el primero grado de consanguinidad. Luego, en los próximos años se escoge una muy buena hija, que puede tener hermanas o medio-hermanas  en el colmenar donde se acoplan. Y por lo tanto, al final habrá una consanguinidad no controlada cada vez mayor y obviamente una disminución de la resistencia y de la vitalidad. Yo creo que esta es la causa principal de la prevalencia cada vez más fuerte de este parásito. La solución no consiste de ninguna manera en tratamientos químicos que tienen efecto por poco tiempo, pero a largo plazo, disminuyen aún más la resistencia de la abeja. Esto no quiere decir que a corto plazo y en caso de emergencia no sean necesarios y no ayuden. Pero la lucha contra la naturaleza no se puede ganar de esta manera. ¿Cómo podríamos creer que un tratamiento puede ser una solución sólida a largo plazo si en América, por ejemplo, casi todos los apicultores usan la fumagilina, hay los más altos porcentajes de contaminación?

Se puede notar, por lo tanto, que cualquier medida  además de un control estricto del material genético lo más que puede hacer es ayudar, de ninguna manera no va a solucionar esto. Y este es solamente el primer paso. Para que pueda comprender mejor lo que estoy diciendo, voy a dar un ejemplo concreto: uno de los países que entendió mejor esto fue Suecia. Estaba leyendo los días pasados un material de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas sobre la crianza de las abejas resistentes a las enfermedades y sobre todo a la nosemosis. Su programa de selección en este sentido empezó hace 15 años y apenas en los últimos 8 años se han conseguido resultados cada vez mejores, habiendo progresos año tras año. Creo que podemos aprender algo de este ejemplo. Y aunque en Rumanía no haya una estrategia nacional, al fin y al cabo depende de cada uno de nosotros que nos preparemos y que seamos cada vez mejores.

El equipo ApiExpert.eu

  1. PEDRO ELIAS PORRAS

    Hasta ja fecha no he tenido respuesta a mi pregunta ,del uso del Acetato bálsamico de Manzana ,para combatir la Nosema Seranea,se deic que en Suecia se ha logrado adelantos bastantes positivos,pero yo digo cualesson esos adelantos.
    Muchas gracias
    Pedro Elías Porras

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