Empezamos hoy, en paralelo con la descripción de los procedimientos importantes en conseguir abejas reina de alta cualidad, una serie de artículos que muestra la manera de trabajar que nosotros usamos durante una temporada apícola entera.
Antes de empezar a describir los procedimientos que hacemos en el colmenar, vamos a mencionar que este modo de trabajo ha sido influido en gran parte por el Hermano Adam, que nosotros creemos ser uno de los más importantes apicultores del mundo y que ha influido en gran parte la apicultura que hoy en día conocemos. Su manera de trabajo ha sido puesto a prueba exitosamente por un período de 80 años, período en el que se encargó de unas 300 colmenas en el Convento Buckfast de la localidad inglés con el mismo nombre. Es en vano mencionar que es el creador de la abeja Buckfast, muy usada hoy en día en todo el mundo apícola.
Como muchos de ustedes habrán hecho, nosotros también hemos leído/visto/escuchado muchas variantes sobre cómo hay que trabajar con las colmenas para maximizar los resultados. Sin criticar de ninguna manera las variantes que varios apicultores han presentado, tenemos que precisar que muchas de ellas no tienen algún fundamento científico o al menos práctico. La mayoría de ellas no toman en cuenta la extraordinaria organización y el equilibrio especial que arregla la actividad de una colonia de abejas.
La experiencia mostró también que métodos como estos no sólo que no han dado resultados, pero también han dañado a las familias de abejas. Por lo tanto, a pesar de la excepcional destreza de la abeja de resistir a las intervenciones completamente equivocadas del hombre, el éxito en la apicultura se convertió más bien en cuestión de azar y no de ciencia. A menudo, hay casos en los que una familia produce exceso, aunque el apicultor no trajo algún beneficio a través de sus intervenciones, sino todo lo contrario. Nosotros intentamos ayudarles con métodos de trabajo que han sido puestos a prueba y que han dado performancias y han resistido durante el tiempo.
El más importante principio de gestión de la colmena se refiere precisamente al respeto que el apicultor debería tener hacia el corazón de una familia de abejas, es decir el nido de cría. Tal como el Hermano Adam decía en su libro „Apicultura en el Convento Buckfast”, rompiendo el nido durante su extensión mediante la introducción de cuadros, la eliminación de los cuadros con polen para acelerar el desarrollo de la familia, la estimulación de la alimentación o cualquier otra molestia inútil del nido son categoricamente prohibidas y no deberían formar parte del arsenal del apicultor. También hay que usar lo mínimo el humo y no más de lo que hace realmente falta.
En la apicultura profesional, donde se persigue tocar unos resultados económicos, el tiempo es un factor que debería tener un papel importante. De hecho, el resultado económico es muy influido por el control y la evaluación del tiempo que exige cada procedimiento. Cualquier instrumento o simplificación que conduce a una economía de tiempo y energía tiene una importancia enorme en la apicultura profesional.
Para que los resultados sean máximos, cada factor que influye la vida de la familia es muy importante. En primer lugar, hay que tener un tipo de abeja que sea capaz de satisfacer la apicultura moderna. En este caso, creo que es inútil mencionar la importancia de una abeja reina de cualidad muy alta. También, hace falta cierto tipo de colmena que destaque las cualidades de la reina y que ofrezca suficiente espacio al nido de cría de tal manera de que la colonia tenga la posibilidad de lograr a cosechar a la mayor capacidad. En tercer lugar, el apicultor tiene que prestar atención siempre a los instintos y a la organización extremadamente desarrolladas de la abeja.
En los próximos artículos vamos a detallar cada uno de estos elementos esenciales para conseguir buenos resultados, el primero de estos siendo el tipo de abeja que usamos.
El equipo ApiExpert.eu
Deja una respuesta